CUANDO MUERAS,
NO TE PREOCUPES
Cuando mueras,
no te preocupes por tu cuerpo porque tus parientes cuidarán lo que sea necesario
de acuerdo a sus posibilidades.
Ellos te van a
quitar la ropa, te van a lavar, te van a vestir., te van a sacar de tu casa
(deja los papeles en regla, si no se matarán entre ellos), te van a llevar a tu
nueva dirección.
https://periodicoraices.com/wp-content/uploads/2020/02/cuando-mueras.jpg |
Muchos vendrán a
“despedirse” de ti en tu funeral, algunos cancelarán sus compromisos y hasta
faltarán al trabajo a causa de tu fallecimiento. Llorarán y dirán que les haces
mucha falta aunque la mayoría de ellos nunca lo hicieron ni te lo dijeron mientras
estabas con vida.
Tus pertenencias,
(tus llaves, tus libros, tus discos, tus maletas, tus zapatos, tu auto, tu
sonido, tu ropa…) hasta aquello que no te gustaba ni prestar, serán quemadas;
echadas fuera sin la menor ceremonia, y alguien conservará lo que tenga un poco
más de valor, o si tu familia es solidaria e inteligente, los donará a la
caridad para que puedan ser de algún beneficio.
Ten por seguro
que el mundo no se detendrá para llorar por ti.
La economía
continuará, en tu trabajo serás reemplazado por otra persona. Alguien con las
mismas o mejores capacidades, tomará tu lugar.
Tus bienes irán
a tus herederos… y no dudes que seguirás siendo citado, juzgado, cuestionado,
criticado por las pequeñas y grandes cosas que en vida hiciste.
Habrá tres tipos
de “luto” sobre ti:
Las personas que
te conocían solo por tu semblante dirán: ¡Pobre, era buena persona! O quizá. “Se
la pasaba muy bien”
https://i.pinimg.com/originals/e1/4b/32/ e14b32093a088eb8028621f36598b803.jpg |
Tus amigos
sinceros van a llorar por ti algunas horas o algunos días, pero luego
regresarán a la risa.
Los amigos que
te jalaban a las pachangas se olvidarán de ti más rápido.
Tus animales se
acostumbrarán al nuevo dueño.
Tus fotos, por
algún tiempo quedarán colgadas en la pared o seguirán sobre algún mueble, pero
luego serán guardadas en el fondo de un cajón.
Alguien más se
sentará en tu sofá y comerá en tu mesa.
El dolor
profundo en tu casa durará una semana, dos, un mes o dos, un año, dos…. Después
quedarás añadido a los recuerdos y, entonces, tu historia terminó.
Terminó entre la
gente, terminó aquí, terminó en este mundo. Pero comienza tu historia en tu
nueva realidad… en tu vida después de la muerte. Tú vida a donde no te pudiste
mudar con las cosas de aquí, porque además, al irte, perdieron el valor que
tenían: cuerpo, belleza, apariencia, apellido, crédito, estado, posición
social, cuenta bancaria, casa, coche, profesión, títulos, medallas, diplomas,
trofeos, amigos, lugares, cónyuge, familia…
En tu nueva vida
solo necesitarás tu espíritu. Y el valor que hayas acumulado aquí será la única
fortuna con la que contarás allá. Esa fortuna es la única que te llevarás y se
amasa durante el tiempo que estás aquí. Cuando vives una vida de amor hacia los
demás y en paz con el prójimo estás amasando tu fortuna espiritual.
Por eso intenta
vivir plenamente y sé feliz mientras estás aquí, porque, como dijo Francisco de
Asís: De aquí no te llevarás lo que
tienes, solo te llevarás lo que diste.
https://sflahispanidad.com/wp-content/uploads/2020/01/cabecera-Nota-FB-01-1.jpg |
FIN
Un texto complementario se llama: La gente muere... está allí para su reflexión.