lunes, 19 de septiembre de 2022

CUANDO UNO DE LOS DOS FALLECE

 CUANDO UNO DE LOS DOS FALLECE

junio de 2022

En realidad no sé cual sea el título de esta publicación que encontré en el muro de Mario Melo, así que coloqué este título mientras encuentro el verdadero o uno que refleje con mayor precisión el contenido. 

Mis padres vivieron 55 años casados. Una mañana mi mamá bajaba las escaleras para prepararle a papá el desayuno, sufrió un infarto y cayó. Mi padre la levantó como pudo y, casi a rastras, la subió a la camioneta. A toda velocidad, sin respetar semáforos, la condujo al hospital. Cuando llegó, por desgracia, ya había fallecido.

Durante el sepelio mi padre no habló; su mirada estaba perdida. Casi no lloró.

Esa noche sus hijos nos reunimos con él. En un ambiente de dolor y nostalgia, recordamos hermosas anécdotas y él pidió a mi hermano, teólogo, que le dijera donde estaría mamá en ese momento. Mi hermano comenzó a hablar de la vida después de la muerte, y de conjeturas de cómo y dónde estaría ella.

Mi padre escuchaba con atención. De pronto pidió que lo lleváramos al cementerio. ¡Papá!, respondimos, ¡Son las 11 de la noche, no podemos ir al cementerio ahora!

Alzó la voz, y con una mirada vidriosa dijo: No discutan con el hombre que acaba de perder a la que fue su esposa por 55 años.

Se produjo un momento de respetuoso silencio, no discutimos más. Fuimos al cementerio, pedimos permiso al velador. Con una linterna llegamos a la tumba. Mi padre la acarició, oró y nos dijo a sus hijos que veíamos la escena conmovidos: Fueron 55 años... ¿saben? Nadie puede hablar del amor verdadero si no tiene idea de lo que es compartir la vida con una mujer.  Hizo una pausa, se limpió la cara y continuó: Ella y yo estuvimos juntos en aquella crisis. Cambié de empleo... continuó, hicimos el equipaje cuando vendimos la casa y nos mudamos de ciudad. Compartimos la alegría de ver a nuestros hijos terminar sus carreras, lloramos uno al lao del otro la partida de los seres queridos, oramos juntos en la sala de espera de algunos hospitales, nos apoyamos en el dolor, nos abrazamos en cada navidad y perdonamos nuestros errores. Hijos, ahora se ha ido, y estoy contento, ¿saben por qué? Porque se fue antes que yo. Ella no tuvo que vivir la agonía y el dolor de enterrarme, de quedarse sola después de mi partida. Seré yo quien pase por eso y le doy gracias a Dios. La amo tanto, que no me hubiera gustado que sufriera...

Cuando mi padre terminó de hablar, mis hermanos y yo teníamos el rostro empapado en lágrimas. Lo abrazamos y él nos consoló: Todo está bien, podemos irnos a casa; ha sido un buen día.

Esa noche entendí lo que es el verdadero amor, dista mucho del romanticismo, no tiene que ver demasiado con el erotismo, ni con el sexo; más bien se vincula al trabajo, al complemento, al cuidado, y al respeto que se profesan dos personas realmente comprometidas - ese es el verdadero amor -. 

Ahora mismo mis padres tienen 68 años de vida en común, mi esposa y yo 38 y mis hijos apenas se inician en el camino de la vida en común. Este texto expresa maravillosamente el sentimiento que sigue al fallecimiento de la persona con la que hemos hecho una vida. 




 Por alguna razón que desconozco - y prefiero no conocer - no nos es dado saber ni el modo ni el lugar ni el día en que hemos de terminar nuestro afanes en esta tierra, sin embargo hemos de ser agradecidos porque en los años de convivencia diaria tenemos oportunidad de enriquecer nuestras vidas y disfrutarla con quien hemos elegido como compañero(a) de vida. 


WHEN I GO

 

When I go

don’t learn to live without me,

just learn to live with my love

in a different way.

 

And if you need to see me,

close your eyes

or look in your shadow

when the sun shines.

 

I’m there.

 

Sit with me in the quiet and you will know

that I did not leave.

 

There is no leaving when a soul is blended

with another

 

When I go

don’t learn to live without me

just learn to look for me in the moments.

 

I will be there.

CUANDO ME VAYA

 

Cuando me vaya

no aprendas a vivir sin mi,

aprende a vivir con mi amor

de un modo distinto.

 

Y si necesitas verme,

cierra tus ojos

o busca en tu sombra

cuando el sol brille

 

Ahí estoy.

 

Siéntate conmigo en el silencio y sabrás

que no me fui.

 

No hay partida cuando un alma se mezcla

con otra.

 

Cuando me vaya

no aprendas a vivir sin mi

aprende a buscarme en los momentos.

 

Ahí estaré.