miércoles, 1 de noviembre de 2017

LA MARIONETA o CARTA DE DESPEDIDA ¿García Márquez o Johnny Welch?

Cuando encontré este poema lo atribuían a Gabriel García Márquez, luego lo encontré en el blog norfipc  de cuya publicación recupero la siguiente nota: 

El texto de la falsa despedida del famoso autor y el bello poema original del que fue copiado de Don Mofles un personaje de Johnny Welch. Una tierna poesía de una persona al borde de la muerte, que nos ayuda a valorar el tesoro que poseemos los que gozamos de salud en la vida.

El poema que en algún tiempo se hizo famoso en los medios de comunicación como una supuesta carta de despedida de Gabriel García Márquez, escrita en el 2007 cuando padecía de una enfermedad.  Esto es falso y el mismo García Márquez lo desmintió.

Después se conoció que parte del poema pertenecía a uno llamado "La marioneta" de Johnny Welch, un ventrilocuo y humorista.

El poema trata de los sentimientos de una persona que se encuentra al borde la muerte. El poema original termina con la frase: "porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo..." A partir de alli el texto que sigue es inspiración de otra persona, no se sabe quien es.


LA MARIONETA
La falsa carta de despedida de García Márquez

Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, posiblemente no diría todo lo que pienso pero, en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.

Dormiría poco y soñaría más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen, escucharía mientras los demás hablan, y cómo disfrutaría de un buen helado de chocolate...

Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando al descubierto no solamente mi cuerpo sino mi alma.

Dios mío, si yo tuviera un corazón...
Escribiría mi odio sobre el hielo, y esperaría a que saliera el sol. 

Pintaría con un sueño de Van Gogh sobre las estrellas un poema de Benedetti, y una canción de Serrat sería la serenata que ofrecería a la luna.

Regaría con mis lágrimas las rosas, para sentir el dolor de sus espinas, y el encarnado beso de sus pétalos...

Dios mío, si yo tuviera un trozo de vida…

No dejaría pasar un solo día sin decirle a la gente que quiero, que la quiero.

Convencería a cada mujer de que ella es mi favorita y viviría enamorado del amor.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.

A un niño le daría alas, pero dejaría que él solo  aprendiese a volar.

A los viejos, a mis viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez sino con el olvido.

Tantas cosas les he aprendido a ustedes los hombres.

He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su puño por primera vez el dedo de su padre, lo tiene atrapado para siempre.

He aprendido que un hombre únicamente tiene derecho de mirar a otro hacia abajo cuando ha de ayudarlo a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero finalmente de mucho no habrán de servir porque cuando me guarden dentro de esta maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Del libro “Lo que le he enseñado a la vida” Por Don Mofles © 1996. Editorial Selector.

Esta supuesta carta de despedida publicada en el 2007 incluye el poema de Welch y continua con lo siguiente

Di siempre lo que sientes y haz lo que piensas.

Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que esta fuera la última vez que te vea salir por la puerta, te daría un abrazo, un beso y te llamaría de nuevo para darte más.

Si supiera que esta fuera la última vez que voy a oír tu voz, grabaría cada una de tus palabras para poder oírlas una y otra vez indefinidamente.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, diría: “te quiero” y no asumiría tontamente que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré.

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo.

Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas; por eso  no esperes más, hazlo hoy, ya que si el mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas y trátalos bien, toma tiempo para decirles “lo siento” “perdóname”, “por favor”, “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus pensamientos secretos.

Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Demuestra a tus amigos cuanto te importan.





También ocurrió con Borges

Desde hace algunas décadas también circula un poema apócrifo que se le atribuye a Borges. Se titula "Instantes" y sus primeras líneas dicen:
"Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido, de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad".
Circula profusamente por internet. Y en muchas sitios sigue siendo atribuido a Borges.



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