¡VIVE!
Ya perdoné errores casi imperdonables.
Traté de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas,
cuando nunca pensé decepcionarme,
Ya abracé para proteger.
Ya me reí cuando no podía.
ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado,
pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos,
pero también "me rompí el corazón"
y los he roto muchas veces.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos.
Ya llamé solo para escuchar una voz.
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y...
Tuve miedo de perder a alguien especial
y terminé perdiéndolo
¡Pero sobreviví!
¡Y todavía vivo!
No paso por la vida
Y tu tampoco deberías pasar... ¡Vive!
Bueno es ir a la lucha con determinación,
abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
porque el mundo pertenece a quien se atreve.
La vida es mucho para ser insignificante.
Charles Chaplin.
CUANDO ME AMÉ DE VERDAD
Cuando me amé de verdad
comprendí que en cualquier
circunstancia, yo estaba en el lugar correcto, en la hora correcta, y en el momento
exacto, y entonces pude relajarme.
Hoy sé que eso tiene un nombre… Autoestima.
Cuando me amé de verdad,
pude percibir que mi angustia, y mi
sufrimiento emocional, no es sino una señal de que voy contra mis propias
verdades.
Hoy sé que eso es… Autenticidad.
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece, y que contribuye a mi crecimiento.
Eso se llama… Madurez.
Cuando me amé de verdad,
comencé a percibir que es ofensivo
tratar de forzar alguna situación o persona, solo para realizar aquello que
deseo, aun sabiendo que no es el momento, o la persona no está preparada,
inclusive yo mismo.
Hoy sé que eso tiene nombre… Respeto.
Cuando me amé de verdad,
comencé a librarme de todo lo que no
fuese saludable: personas, situaciones y cualquier cosa que me empujara hacia
abajo.
De inicio mi razón llamó egoísmo a esa
actitud,
Hoy sé que se llama… Amor Propio.
Cuando me amé de verdad,
dejé de temer al tiempo libre y
desistí de hacer grandes planes; abandoné los mega-proyectos de futuro.
Hoy hago lo que encuentro correcto, lo
que me gusta, cuando quiero, y a mi propio ritmo.
Hoy sé que eso es… Sencillez y Simplicidad.
Cuando me amé de verdad,
desistí de querer tener siempre la
razón, y así erré menos veces.
Hoy descubrí que eso es… Humildad.
Cuando me amé de verdad,
desistí de quedarme reviviendo el
pasado y preocupándome por el futuro.
Ahora me mantengo en el presente que
es donde la vida acontece.
Hoy vivo un día a la vez
Y eso se llama… Plenitud.
Cuando me amé de verdad,
percibí que mi mente puede
atormentarme y decepcionarme. Pero cuando la coloco al servicio de mi corazón,
ella tiene un gran y valioso aliado.
Todo eso es… saber vivir.
No debemos tener miedo de
cuestionarnos, de hecho hasta los planetas chocan y del caos suelen nacer la
mayoría de las estrellas.
Charles Chaplin
imágen ecuperada de https://www.philos-sophia.com/wp-content/uploads/2019/04/A%C3%B1adir-t%C3%ADtul-79-1-1024x585.jpg
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