En memoria de nuestra siempre amada Chachita
Hoy se fue, regresó a la casa del Padre a reunirse con su madre y su hermano; nuestra Chachita finalmente abandonó su cuerpo y, libre ya de las ataduras carnales, emprendió su viaje sin retorno. 14 años y medio nos concedió el privilegio de cuidarla, de ser para ella y ella para nosotros; en su memoria escribo estas líneas.
Uno sabe que va a morir, porque todo lo que tiene vida morirá; la muerte siempre llega (quizá nunca se ha ido y nos acompaña desde nuestro nacimiento); a veces solo nos visita para escucharnos o simplemente para recordarnos que esto de vivir nomás dura un rato, y luego se va, sigue su camino.
Un día la muerte llega de repente y apaga todas las luces para decirte que no habrá más amaneceres, ni más miradas, ni más abrazos, ni más caminatas por esas calles del pueblo que tantos años te vieron pasear.
Tu muerte no llegó de repente; ya estaba allí pero nos dejó sentir su presencia desde que encontraron lastimados tus pulmones y alterado tu ritmo cardíaco, nos dijeron que tu vida sería corta y nos propusimos que ese tiempo - corto o largo - fuera el mejor tiempo de tu vida; prometimos mimarte, cuidar de tu salud, amarte con la misma intensidad y entrega con la que tú nos amaste. No sé si lo logramos pero siempre lo intentamos.
En la lucha continua y tenaz entre la vida y la muerte uno tiene siempre al menos dos perspectivas opuestas; aunque el triunfo de la muerte es irremediable uno puede volver el rostro y mirar las maravillas de la vida. Estamos agradecidos con Nuestro Padre por los muchos años que nos concedió tu compañía y el privilegio de tenerte en casa; estamos agradecidos contigo nuestra amada Chachita
- Por la alegría y cariño con los que nos regalaste a lo largo de tu vida.
- Por tu amor incondicional.
- Por tu lealtad y compañía, sombra permanente de mi esposa.
- Por los momentos de descanso en los que - acurrucada - nos dejaste sentir que eras feliz.
en Junio de 2013 encontré este texto que -me parece- aborda cualidades de nuestras mascotas.
SI UN PERRO FUERA TU MAESTRO aprenderías cosas como:
- Cuando tus seres queridos llegan a casa, siempre corre a saludarlos.
- Nunca dejes pasar una oportunidad para ir a pasear.
- Deja que la experiencia del aire fresco y del viento en tu cara sea de felicidad pura, de éxtasis.
- Toma siestas.
- Estírate antes de levantarte.
- Corre, brinca y juega a diario.
- Deja que la gente te toque.
- Evita morder cuando un simple gruñido sería suficiente.
- En días cálidos, recuéstate sobre tu espalda en el pasto.
- Cuando haga mucho calor, bebe mucha agua y recuéstate bajo la sombra de un árbol.
- Cuando estés feliz, baila y mueve todo tu cuerpo.
- Deléitate en la alegría simple de una larga caminata.
- Sé leal.
- Nunca pretendas ser algo que no eres.
- Si lo que quieres está enterrado, escarba hasta que lo encuentres.
- Cuando alguien a quien amas tenga un mal día, siéntate cerca, quédate en silencio y suavemente hazle sentir que estás ahí.
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