martes, 19 de septiembre de 2017

LOS CLAVOS Y LOS AMIGOS. Lectura de reflexión


Los clavos y los amigos.



Había un niño que tenía muy mal carácter: Un día su padre le dio una bolsa con clavos y le dijo que cada vez que perdiera la calma debía clavar un clavo en la cerca de atrás de la casa.

El primer día el niño clavo 37 clavos en la cerca, pero poco a poco fue calmándose porque descubrió que era mucho más fácil controlar su carácter que clavar clavos en la cerca.

Finalmente llegó el día cuando el muchacho no perdió la calma para nada y se lo dijo a su padre y entonces el padre le sugirió que por cada día que controlara su carácter debía sacar un clavo de la cerca.

Los días pasaron y el joven pudo finalmente decirle a su padre que había sacado todos los clavos de la cerca, entonces el padre llevó de la mano a su hijo a la cerca de atrás y le dijo: Mira hijo, has hecho muy bien… pero fíjate en todos los agujeros que quedarán en la cerca… Ya la cerca nunca será la misma de antes.

Cuando dices las cosas con coraje, dejas una cicatriz como este agujero en la cerca… es como meterle el cuchillo a alguien, aunque vuelvas a sacarlo, la herida ya quedó hecha… No importa cuántas veces pidas perdón, la herida está allí. Y una herida física es igual de grave que una herida verbal.

Los amigos son verdaderas joyas a quienes hay que valorar… ellos te sonríen y te animan a mejorar, te escuchan, comparten una palabra de aliento y siempre tienen su corazón abierto para recibirte.

¿Le gustaría escucharlo? aquí puede hacerlo. 



2 comentarios:

  1. Cuando algo de rompe,roto se queda,yo siempre ponía un ejemplo,cuando un jarrón se rompe por muy caro y bonito sea,roto queda,puedes usar el mejor pegamento del mundo,el más caro, pegarlo y dejarlo como nuevo,roto está,

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    1. Verdad dices, quizá sea apropiado el dicho común "hay que conectar la lengua al cerebro antes de ponerla a funcionar" de modo que nuestras palabras construyan.

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