Esta publicación la compartió hace algunos años el diestro bailarín Pedro Córdoba, me gustó por su contenido ~aunque los varones no siempre podemos trenzar nuestras tristezas por lo corto de nuestro cabello~ y la agrego ahora en honor a la pena que enfrenta mi querida amiga Blanca Luz Delgado por el fallecimiento de su Señora Madre.
Enero de 2018 
TRENZARÉ MI TRISTEZA
 Decía mi
abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era
trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los
cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado
de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era
bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no
eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de
más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor
amargo.
Decía mi
abuela que cuando una mujer se sintiera triste lo mejor que podía hacer era
trenzarse el cabello; de esta manera el dolor quedaría atrapado entre los
cabellos y no podría llegar hasta el resto del cuerpo; había que tener cuidado
de que la tristeza no se metiera en los ojos pues los haría llover, tampoco era
bueno dejarla entrar en nuestros labios pues los obligaría a decir cosas que no
eran ciertas, que no se meta entre tus manos- me decía- porque puedes tostar de
más el café o dejar cruda la masa; y es que a la tristeza le gusta el sabor
amargo.
Cuando te sientas triste niña, trenzate el cabello;
atrapa el dolor en la madeja y déjalo escapar cuando el viento del norte pegue
con fuerza. 
 Nuestro
cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del
ahuehuete y suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la
melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna
ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en
cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo.
Nuestro
cabello es una red capaz de atraparlo todo, es fuerte como las raíces del
ahuehuete y suave como la espuma del atole. Que no te agarre desprevenida la
melancolía mi niña, aun si tienes el corazón roto o los huesos fríos por alguna
ausencia. No la dejes meterse en ti con tu cabello suelto, porque fluirá en
cascada por los canales que la luna ha trazado entre tu cuerpo.
Trenza tu tristeza, decía, siempre trenza tu
tristeza…
Y mañana que despiertes con el canto del gorrión la
encontrarás pálida y desvanecida entre el telar de tu cabello.
Trenza tu tristeza, decía,
siempre trenza tu tristeza…
También esta publicada en el Blog de Paola Klug (pretendida autora del texto) y en el sitio de Mundo consciente ambas publicaciones del 03 - 04 - 2014, igual puede encontrar la versión en portugués y en otros idiomas...
“Dizia minha vó que quando
uma mulher se sentia triste o melhor que podia fazer era trançar o seu cabelo.
E que desta maneira a dor ficaria trançada nos cabelos e não poderia chegar ate
o resto do corpo. Tinha que ter cuidado para que a tristeza não se meter nos
olhos pois o faria chover, tão pouco era bom deixar a tristeza entrar em nossos
lábios, pois os obrigaria a dizer coisas que não eram certas… que não entrasse
entre suas mãos, me dizia…Porque poderia deixar queimar o café ou deixar crua a
massa. E a tristeza gosta de sabores amargos. 
Quando te sentir triste
menina, trance seu cabelo, prenda a dor num pedaço de madeira e deixe-o escapar
quando o vento do norte pegar com muita força.
Nosso cabelo é uma rede capaz de prender tudo, é forte como as
raízes do ahuehuete (planta tradicional mexicana) e suave como a espuma do
atole.
Não se apegue a melancolia menina, ainda tendo o coração partido
nos ossos por alguma ausência. Não a deixe se misturar com seus cabelos soltos,
porque fluirá na cascata pelos canais que a lua tem traçado entre o teu corpo.
Trance tua tristeza, dizia, sempre…trance sua tristeza.
E na manhã ao acordar com o canto do pássaro, ele encontrará a
tristeza pálida e desvanecida entre o trançar dos teus cabelos…”
Traduzido por Lalita
e seus amigos.
17 de Septiembre de 2024.
No recuerdo de donde tomé esta publicación pero aquí la agrego, al parecer es de Virginia Wolf.
Hay un tipo de tristeza que viene de saber demasiado, de ver el mundo como realmente es. Es la tristeza de entender que la vida no es una gran aventura sino una serie de pequeños, insignificantes momentos; que el amor no es un cuento de hadas sino una emoción frágil y fugaz; que la felicidad no es un estado permanente, sino una rara y fugaz vista de algo que nunca podremos sostener.
Y en ese entendimiento, hay una profunda soledad, una sensación de estar aislado del mundo, de otras personas, de uno mismo.
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