EMBRIÁGUENSE
Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.
Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como
mejor les parezca. Pero embriáguense.
Y
si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja,
en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida
ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro,
al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo
lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la
ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
“¡Es
hora de embriagarse!"
Para
no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin
cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.
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CharlesBaudelaire
2 de Enero de 2014.
¿Será posible esto?
Cuando bebemos alcohol en exceso acabamos borrachos…
..cuando estamos borrachos
dormimos…
..mientras dormimos no cometemos
pecados…
..si
no cometemos pecados vamos al cielo…
Conclusión:
para ir al cielo hay que ser un borracho
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