lunes, 15 de enero de 2018

EMBRIAGUENSE

EMBRIÁGUENSE


Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:

“¡Es hora de embriagarse!"
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, ¡embriáguense, embriáguense sin cesar! De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca.


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CharlesBaudelaire


2 de Enero de 2014.
¿Será posible esto?
Cuando bebemos alcohol en exceso acabamos borrachos…
..cuando estamos borrachos dormimos…
..mientras dormimos no cometemos pecados…
..si no cometemos pecados vamos al cielo…

Conclusión: para ir al cielo hay que ser un borracho

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