INSTRUCCIONES
PARA AMAR A UNA PERSONA.
Julio Cortázar.
ü Pósese justo frente a la persona que se
quiere amar. Mírela a los ojos, sonría delicadamente, no exagere. Haga lento el
abrir y cerrar de ojos: baje lentamente los párpados, súbalos de igual forma.
Así durante todo el procedimiento.
ü Tome
lentamente su cara y acérquela a la propia; inmediatamente verá la fusión de
labios. Con suavidad, abra la boca y mezcle las lenguas, manteniendo las manos
sobre la cara. Luego de algunos segundos sentirá una reacción química que
liberará energía calórica, pero no se precipite, prosiga con las instrucciones.
Tranquilamente aparte las manos de la
cara del ser amado, deslizándolas suavemente por los hombros hacia abajo, hasta
llegar a la espalda.
ü Abrazar
fuerte.
ü Continúe
con los procedimientos anteriores, verá que no experimentará ninguna dificultad
para realizar estos pasos al mismo tiempo. Relaje las piernas y los brazos,
sosténgase de pie sobre la persona que se quiere amar, verá que es el mejor
soporte posible.
ü Apague o
disminuya la luz, el ambiente será más tranquilo.
ü Aproxímese
a una cama, preferentemente hecha sólo de sábanas. No se preocupe por las
almohadas, sus propios torsos cumplirán esa función perfectamente.
ü No se
apresure, póngase, despacio, en posición horizontal, guíe al amado a ponerse en
la misma posición, de manera que los dos queden acostados y de costado,
mirándose una vez más. No deje nunca de abrazar.
ü En
silencio, recuéstese sobre el torso ajeno y déjese reposar un buen rato.
La oscuridad le dará una sensación muy pacífica de la realidad y limitando la visión y el oído, podrá disfrutar de los sentidos que suelen dejarse relegados: el tacto, el olor, el gusto. Mantenga el abrazo, pero no se quede dormido, el sueño bien podrá experimentarse despierto.
La oscuridad le dará una sensación muy pacífica de la realidad y limitando la visión y el oído, podrá disfrutar de los sentidos que suelen dejarse relegados: el tacto, el olor, el gusto. Mantenga el abrazo, pero no se quede dormido, el sueño bien podrá experimentarse despierto.
ü Admirar
todo lo que guste, deleitarse con las más inocentes excusas, detener el tiempo
mientras se ve a la persona amada hacer algo tan simple como hablar, fruncir el
ceño o jugar infantil y tiernamente con un peluche. Agregue dulzura a gusto.
Añada sonrisas, payasadas y bromas (las lágrimas no hacen mal si están medidas
en proporción y están bien batidas con amor), regalos insignificantes como un
beso en un momento inesperado o un papel escrito a las apuradas. Pueden ser
valorados más que una joya.
Consejo: las
caricias y besos extras a lo largo de todo el procedimiento producirá un mejor
efecto y mejor resultado. No olvide las miradas.
Secreto: Esta
receta es especial para noches de lluvia; el sonido de las gotas rompiendo el
silencio conforma una atmósfera imperdible.
Para saber si estás enamorado.
“Primer
síntoma, para saber si estás enamorado, no aceptar que lo estás; mientras más
lo niegues, más lo estás; más aún si eres de los que dicen que el amor no
existe, que no tiene significado, quiere decir que buscas más fuertemente
el amor.
Lo primero
que suele ocurrir es que al divisar al sujeto éste hurte tus córneas y dilate
tus pupilas. Segundo, el corazón se acelera a velocidades infinitas; tu cuerpo
comienza a humedecerse por completo salvo la boca que se mantiene seca de
palabras. Sientes hormigas, mariposas, elefantes, garrapatas o cualquier otro
ser vivo en tu estómago, tal vez producto del asombro al ver a alguien
diferente que te haga sentir completo. Si por casualidad este otro sujeto cruza
miradas contigo, el tiempo se detiene y todo lo que rodea desaparece, se nubla
tu vista y todo se enfoca en esa persona.
Es difícil
hablar del amor porque te sientes vulnerable y pequeño y todo se comprime en tu
garganta.
Para enamorarse tiene que existir
otro...”.
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